28 de mayo de 2009

Puedo ponerme cursi y decir, que tus labios me saben igual que los labios que beso en mis sueños. Puedo ponerme triste y decir, que me basta con ser tu enemigo, tu todo, tu esclavo, tu fiebre, tu dueño. Y si quieres tambien, puedo ser tu estacion y tu tren, tu mal y tu bien, tu pan y tu vino. Tu pecado, tu Dios, tu asesino. O tal vez esa sombra que se tumba a tu lado en la alfombra a la orilla de la chimenea, a esperar que suba la marea. Puedo ponerme humilde y decir que no soy el mejor, que me falta valor para atarte a mi cama. Puedo ponerme digno y decir, toma mi direccion, cuando te hartes de amores baratos, de un rato, me llamas. Y si quieres tambien, puedo ser tu trapecio y tu red, tu adios y tu ven, tu manta y tu frio, tu resaca, tu lunes, tu astio. O tal vez ese viento que te arranca del aburrimiento, y te deja abrazada a una duda, en mitad de la calle y desnuda. Y si quieres tambien, puedo ser tu abogado y tu juez, tu miedo y tu fe, tu noche y tu dia, tu rencor, tu porque, tu agonia. O tal vez esa sombra que se tumba a tu lado en la alfombra a la orilla de la chimenea a esperar que suba la marea. O tal vez ese viento que te arranca del aburrimiento y te deja abrazada a una duda, en mitad de la calle y desnuda.

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