Casi sin voz mostre los dientes.
A veces es ponerse un disfraz como resignarse a no creer, con la mente atada a que nada va a cambiar. A veces es no ver ni escuchar como para no enloquecer, en la oscuridad misma del cuarto en soledad . Veo en frente, un abismo, un pozo en el tiempo, una copa extraña. Se que ahora voy a beberla, entrar en su efecto que siempre me engaña.