17 de junio de 2009

No hay una palabra, no hay un momento, no hay una persona. No hay nada en concreto. No lo veo. Mirar a un punto impreciso del mapa no me ha servido nunca, la inercia forma parte de mi vida, y ya me aburre. Asomo a los días finjiendo vivir. Me muestro fuerte, pero ese disfraz no me sienta bien, por dentro DUELE . Los momentos se congelan y las paredes arden, queman de frío. Tengo los codos gastados de apoyarlos contra el suelo. Tus ojos son ciegos, tu boca no distingue los sabores, el tacto se ha congelado, tu olfato se confunde y eres sordo. Ahora es el momento. Sólo disfruta del silencio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario