4 de enero de 2010

A veces es ponerse un disfraz como resignarse a no creer, con la mente atada a que nada va a cambiar. A VECES ES NO VER NI ESCUCHAR COMO PARA NO ENLOQUECER, en la oscuridad misma del cuarto en soledad . Veo en frente, un abismo, un pozo en el tiempo, una copa extraña. Se que ahora voy a beberla, entrar en su efecto que siempre me engaña.

No hay comentarios:

Publicar un comentario