30 de agosto de 2010

Sí, a veces sentía placer cuando me daba cuenta de que era su amante y que estaba engañando a su novia. Sí, tengo que admitirlo. Es decir, no me gustaba mi posición, pero qué bien se sentía ser la elegida. Qué bien saber que no amaba, qué bien que no tuvieran buen sexo

No hay comentarios:

Publicar un comentario